Tineo,
E. PELÁEZ
La Coordinadora Ecologista de Asturias considera que el estudio de impacto ambiental para la construcción del vertedero de residuos no peligrosos de la central térmica del Narcea, en Soto de la Barca (Tineo), no evalúa las posibles afecciones sobre la población del oso pardo. Los conservacionistas consideran que el proyecto «puede afectar al oso pardo», que es «especie de interés prioritario y uno de los elementos determinantes de la designación del LIC Peña Manteca-Genestaza», ubicado a 7 kilómetros.
El área donde se enclavará el proyecto «está considerada por el plan de recuperación del oso pardo como una zona que por sus características naturales y estado de conservación reúne condiciones como hábitat del oso», explican.
Además, según destaca el colectivo ecologista, la zona ha contado con la presencia esporádica de ejemplares durante el desarrollo del anterior plan de recuperación. El vertedero, asociado a la planta de desulfuración proyectada en el grupo III de las instalaciones que están ubicadas en Soto de la Barca (Tineo), se situará sobre una escombrera en desuso de estériles de la mina de Buseiro. El Principado otorgó recientemente la autorización ambiental integrada a un proyecto que recibió las alegaciones de la Coordinadora Ecologista de Asturias.
Este colectivo, que preside Fructuoso Pontigo, resalta que el vertedero se encuentra en el área de distribución potencial del plan de recuperación del oso pardo, «una especie sobre la que recaen las más altas figuras de protección a todos los niveles». Indica que este animal «tiene áreas de campeo de cientos de kilómetros cuadrados al año y un individuo puede desplazarse varios kilómetros en un solo día».
Todo lo contrario opinan desde la otra parte. El promotor de la instalación del vertedero, la compañía eléctrica Unión Fenosa, responde ante las quejas ecologistas que la zona «actualmente no cumple con las características esperadas para el desarrollo del hábitat del oso» al enclavarse en una zona minera en explotación «y, por tanto, altamente antropizada, que se caracteriza por ser un territorio totalmente deforestado y sobre el que no se prevé, por el momento, ningún tipo de recuperación alternativa dada la continuidad de la actividad minera en la zona».
La empresa asegura que el proyecto no va a suponer una reducción o amenaza del área de distribución de la especie y, en cambio, contribuirá a su recuperación, ya que a lo largo de la fase de explotación se prevé ir restaurando terraza a terraza.
La Coordinadora Ecologista de Asturias propone la plantación de especies autóctonas que actúen de barreras visuales para minimizar el impacto del vertedero en la zona. El proyecto tampoco ha sentado nada bien entre los vecinos de los pueblos cercanos, que han mostrado en varias ocasiones su rechazo.
